Yogi Tea Ginseng Flower
Preparación
Vierte 250 ml de agua recién hervida sobre la bolsita. Déjala durante 7 minutos o más para un sabor más intenso. Añadir leche y endulzar al gusto.
Ginseng te centra, te tranquiliza y respalda tu fuerza interior. Esta mezcla cuidadosamente equilibrada de ginseng, hierba limón, cáscara de naranja y menta fresca crea una deliciosa y compleja infusión de la que disfrutar a cualquier hora del día. La esencia de esta infusión es: “Paz interior y confianza”.
Preparación
Vierte 250 ml de agua recién hervida sobre la bolsita. Déjala durante 7 minutos o más para un sabor más intenso. Añadir leche y endulzar al gusto.
Ingredientes
Hierba limón*, menta piperita*, rosa canina*, cáscara de naranja*, regaliz**, cardamomo*, raíz de ginseng*, canela*, jengibre*, aceite esencial de limón*, ortiga*, alfalfa*, pimienta negra*, clavo*, bebida de kombucha deshidratada*
*Agricultura ecológica
** Las personas que padezcan hipertensión deben evitar un consumo excesivo por contener regaliz
Hierba limón
La hierba limón contiene aceites esenciales y tiene un sabor fuerte, a limón fresco. Hasta el día de hoy no está claro de dónde procede originalmente la panta de la familia de las gramíneas de mucho uso en la cocina asiática.
Menta piperita
El cruce, descubierto en 1696 y generado probablemente por casualidad de menta acuática y menta silvestre es hoy en día una de las plantas más populares del mundo. La menta piperita es muy popular por su fresco aroma y tiene un picante ligero, agradable.
Rosa canina
La rosa canina, perteneciente a la familia de las rosáceas tiene frutos rojos brillantes que contienen pequeños frutos. Crece silvestres en toda Europa y Asia, directamente en zonas soleadas. El escaramujo tiene un sabor de ácido a ligeramente dulce en función del momento de cosecha.
Cáscara de naranja
La naranja es el cítrico más cultivado del mundo. Su origen está en Asia y se introdujo en Europa en siglo XV. Su cáscara tiene numerosos aceites esenciales, tienen un sabor tan afrutado como la pulpa, pero es algo menos dulce y ligeramente amarga.
Canela
La canela es una de las especias más caras del mundo y debía usarse en China ya 3.000 años antes de Cristo. La canela se obtiene de la corteza del canelo del sudeste asiático, tiene un sabor dulce-aromático y contiene valiosos aceites esenciales.
Jengibre
En pastas navideñas, en curry o como limonada: El bulboso jengibre es una de las especies más populares del mundo. Desde milenios se vienen cultivando en el calor tropical del este asiático y le da su sabor picante, aromático y sabroso.
Cardamomo
El cardamomo lleva milenios siendo una de las especies más populares en toda el área asiática y árabe. Su fino y suave aroma predestina al cardamomo para ser usado en muchos platos, desde un curry picante hasta aromáticos pasteles navideños.
Regaliz
La regaliz, componente esencial de los dulces de regaliz se conoce desde la antigüedad. Tiene un poder edulcorante 50 veces más fuerte que el azúcar y tiene un sabor suave dulzón y agrio-amargo.
Alfalfa
El nombre alfalfa, planta conocida en todo el mundo, proviene del árabe, donde significaba “padre de todos los alimentos”. Florece de junio a septiembre. El sabor recuerda a las neuces y es aromático y especiado
Pimienta negra
La pimienta negra, apelada “rey de las especias” es hoy, junto a la sal, la especia más importante del mundo. Procede, originalmente, de la costa de Malabar y tiene un sabor especiado intenso y de ligeramente picante a picante.
Clavo
Los clavos son los capullos del clavero y en nuestra latitud se suelen usar como especia tanto en platos dulces como salados. Forman parte de las mirtáceas y tienen un aroma sabroso intenso, que tanto en la China antigua como en antiguo Egipto se pesaba en oro.
Kombucha
La kombucha es una bebida fermentada que se genera mediante la fermentación de fuertes infusiones con diversas levaduras. Procede originalmente del norte de Cina y a principios del siglo pasado se redescubrió en el este de Europa. La kombucha tienen un sabor agridulce y un aroma fresco.
Ortiga
El famoso pintor Albrecht Dürer veía como “regalo divino” a las ortigas, de hasta 1,5m de altura. Crece en todo el mundo en zonas templadas, en los bordes de caminos y las vallas, en prados y jardines. Gracias a su agradable y dulce sabor en un ingrediente cada vez más popular en platos, bebidas calientes o smoothies.
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